
¿por qué es tan importante la identidad corporativa?
La identidad corporativa es muy parecida a nuestra identidad como personas únicas e inimitables en el mundo. Nuestra forma de pensar, de actuar, nuestro físico, si somos deportistas o si vestimos con tacones, todo en conjunto conforman una serie de rasgos y características que nos diferencian del resto. Pues bien, a las empresas les ocurre lo mismo. Cuentan con características tanto visibles como aquellas que forman parte de nuestro imaginario colectivo que las hacen diferenciarse del resto. Por lo tanto, la identidad corporativa lo es todo. Veamos en qué consiste y cómo podemos llegar a tener una acorde a los valores de nuestra empresa.
¿Qué es la identidad corporativa?
Para entender la identidad corporativa o identidad de marca de una empresa debemos aclarar una serie de términos.
En primer lugar, la identidad corporativa se refiere a la identidad que la empresa quiere transmitir, su ADN, su misión, visión, valores y filosofía. Si seguimos con el ejemplo de antes, la identidad corporativa sería como la personalidad de una persona, sus valores o creencias. Como vemos, son todo aspectos intangibles. Ahora bien, la marca debe saber comunicar estos valores de forma tangible por medio de su identidad visual. Por lo tanto, la identidad visual serían todos los aspectos de una marca que podemos ver con nuestros ojos (el logotipo, los colores, la tipografía). En este caso sería los rasgos físicos de una persona. Sin embargo, cómo nos vemos a nosotros mismos muchas veces no coincide con la forma en la que nos ven los demás. Esto se relaciona con la imagen corporativa, que consiste en la forma en la que nos ven los consumidores, cómo nos perciben. Para que la imagen corporativa sea acorde con lo que la marca busca trasmitir, las empresas deben cuidar que su identidad corporativa se comunique correctamente para evitar juicios o interpretaciones erróneas, aunque cada consumidor tenga experiencias y expectativas diferentes inevitablemente.
¿Cómo se crea una identidad corporativa?
Lo ideal es crear una identidad corporativa antes de poner en marcha un negocio. Una vez tenemos claro qué queremos hacer, cómo lo queremos llevar a cabo, cuales son los valores y la filosofía de la empresa y cuál es la característica o características que nos diferencia del resto, entonces es cuando debemos crear una identidad visual corporativa acorde.
Todos los rasgos relacionados con la identidad visual corporativa se deben recoger en la biblia de la empresa: el manual de identidad corporativa. Dentro de este libro sagrado se recogen aspectos como:
- La identidad visual: dentro de este apartado se encuentran cómo usar el logotipo, de qué formas se puede usar, tamaño, resolución. Por supuesto, los colores corporativos de la empresa, sus códigos, su uso para cada ocasión, las tipografías, el tipo de imágenes que encajan con la marca, usos incorrectos que no deben aplicarse en ningún momento y algún tipo de moodboard que transmita los valores y estética de la empresa.
- El tono de voz: cómo se comunica con sus consumidores ¿es cercano? ¿es serio?
- El posicionamiento: cómo se diferencia del resto la empresa en la mente de los consumidores
- Los valores y la filosofía de la empresa.
Este tipo de información es útil y necesaria para cuando una empresa subcontrate otras para acciones determinadas, como la impresión de papelería, o para acciones de comunicación y gestión de marca. De esta forma, se evitan problemas y situaciones indeseadas por falta de entendimiento. Si, por ejemplo, queremos realizar una serie de carteles promocionales, el diseñador debe conocer al detalle las características del logotipo, sus aplicaciones y sus formas adecuadas. Por otro lado, si por ejemplo contratamos un community manager externo, este debe conocer sus aspectos visuales, al igual que el tono de comunicación y valores de la empresa.
Si, por el contrario, ya tienes una empresa, pero crees que su identidad visual no casa con el ADN de la misma, entonces puede que necesites un rebranding. Esto siempre es una opción, pero debemos hacer rebranding solo y únicamente cuando sea necesario y siempre de la mano de profesionales, ya sea agencias de publicidad o empresas especializadas en branding o gestión de marcas. Una identidad visual puede modernizarse o mejorar, pero no se puede cambiar constantemente, ya que provocaría confusión y se perdería una identidad ya afianzada entre los consumidores.
6 Claves para una identidad corporativa coherente
Desde Porfinlunes te traemos algunas claves para que tengas en cuentas a la hora de crear la identidad corporativa de tu marca:
- Ponte en mano de profesionales. Crear una identidad desde cero es algo complejo que engloba numerosos aspectos relacionados con la comunicación, como el diseño gráfico de su identidad visual, la gestión y puesta en marcha de redes sociales y de la página web o la estrategia de comunicación a seguir que la diferencie del resto.
- Asóciate con alguna causa social en concreto y que esté relacionada con los valores de la propia empresa (ya sea proteger los bares, cuidar el medioambiente o limpiar los océanos de plástico). Esto mejorar la imagen corporativa de la empresa y mejora el posicionamiento en la mente de los consumidores.
- A la hora de comunicar, el encargado debe ser coherente con los valores y el tono de comunicación establecido por la empresa. Si, por ejemplo, un banco se ha creado en base a valores relacionados con la confianza y la seriedad en su forma de actuar, no puede tener otra identidad diferente más cachonda en sus redes sociales.
- Basa tu identidad corporativa en una estrategia previa. Empezar un negocio sin una estrategia de negocio no tiene sentido. Lo mismo ocurre con la comunicación y la identidad corporativa de una empresa. Debe estar basada en una estrategia que permita diferenciarse de la competencia y consolidar su imagen.
- Cuida tu presencia online. Hoy en día y más que nunca sabemos la importancia de tener presencia en Internet. Si tenemos redes sociales, página web o blog, debemos ser constantes y aportar valor a los usuarios. Mejor tener menos redes sociales y aportar más calidad en una o en dos concretas.
- Realiza una investigación de tu empresa, tanto interna como externa. Es imprescindible para conocer el terreno y saber cómo posicionarnos y diferenciarnos del resto de la competencia.